Altair – Habitación Doble*
Habitación doble con camas individuales y sofá cama
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Todas nuestras habitaciones tienen nombre de estrellas haciendo un guiño al eslogan de nuestra comarca “Aquí tocamos las estrellas”.
Historia de Altair
Alfa Aquilae es la estrella más brillante de la constelación de Aquila («El Águila»). Los árabes, que
también veían en esta constelación una gran águila volando, la llamaron elnars-el-tair, de donde derivó el
nombre de Altair.
Ocupa el duodécimo lugar en orden de brillo entre todas las estrellas del cielo. Su magnitud en banda B
(filtro azul) es 0,99, su magnitud en banda V (filtro verde) es 0,77. Está a 16 años luz del Sistema Solar,
acercándose a razón de 26,1 m/s.
Es un astro magnífico, unas cuatro veces más voluminoso que nuestro Sol, de tipo espectral A (color
blanco, igual que Sirio) y muchísimo más joven, con sólo 630 millones de años de edad. La temperatura
superficial de este tipo espectral oscila entre 7500 y 11000 K, y el espectro presenta líneas intensas del
hidrógeno, el calcio ionizado y otros metales ionizados, además de líneas débiles del helio.
Esta estrella, junto con Vega (α Lyrae) y Deneb (α Cygni), configuran en el cielo del Hemisferio Norte lo
que se conoce como el triángulo de verano, cuyo centro es la estrella Albireo (β Cygni).
Altair posee una de las velocidades de rotación más altas que se conocen, sólo inferior a las de las estrellas
de neutrones y las enanas blancas. El periodo de rotación es sólo de 6 horas 30 minutos y sus estratos
periféricos ecuatoriales se mueven a la velocidad de 250 km/s. La rápida rotación axial de Altair se supone
que está relacionada con la joven edad de la misma y resalta inmediatamente al examinar el espectro,
cuyas líneas aparecen considerablemente ensanchadas debido al claro desfase en longitud de onda, de la
radiación emitida por las partes de la estrella que se aproximan, con relación a la que proviene de las que
se alejan. Debido a las grandes fuerzas centrífugas que se desarrollan en el interior de su propia masa, la
estrella ha tomado forma achatada y su diámetro ecuatorial es un 20% mayor que el polar. Asimismo se
verificó el fenómeno propio de estrellas de alta rotación conocido como «oscurecimiento gravitatorio».